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Elizabeth 'Liz' Taylor, un mito de la historia de Hollywood, fallece a los 79 años debido a una insuficiencia cardíaca
Elizabeth "Liz" Taylor, un mito de la historia de Hollywood, falleció hoy a los 79 años de edad en Los Ángeles, debido a una insuficiencia cardíaca, tras un vida intensa entregada al cine, su pasión a los hombres y las joyas. Ganadora de dos Oscar por su papel en Butterfield 8 (1960) y ¿Who's Afraid of Virginia Woolf? (1966), así como de una estatuilla honorífica por su labores humanitarias (1993), protagonizó más de 50 películas, algunas tan conocidas como Little Women (1949), Cat on a Hot Tin Roof (1958) o Cleopatra (1963). Temperamental, carismática y rebelde, esta actriz que debutó en plena edad dorada de Hollywood se casó en ocho ocasiones, dos de ellas con el actor Richard Burton, su gran amor junto con su tercer marido, el productor Michael Todd, según admitió ella misma. 
La tercera llegó con Suddenly, Last Summer (1959), un año antes de que diese inicio su década de gloria en la que se coronó como la reina de Hollywood, gracias en parte a películas como Cleopatra en la que llegó a cobrar un millón de dólares, el mayor sueldo de la historia por entonces. En los 60 recibió dos estatuillas, se casó con Richard Burton por primera vez -fue su matrimonio más duradero (12 años) - y estrenó 14 películas como The Taming of the Shrew (1967), antes de que su luz comenzase a apagarse en el firmamento del cine. Conocida por su diminutivo, "Liz" fue considerada una de las mujeres más bellas de su tiempo y de sus famosos ojos "violeta" su marido Burton llegó a decir que eran "tan sexy que equivalían a pornografía".
A partir de los 70 comenzó poco a poco su declive, forzado en gran medida por sus serios problemas de salud, una cruz que arrastró durante toda su carrera, si bien su última película fue en 1994, The Flintstones. Elizabeth Taylor, que fue nombrada Dama del Imperio Británico por la Reina de Inglaterra en 2000, pasó por el quirófano al menos en treinta ocasiones y no por razones estéticas.
Dolencias en la espalda, cuello, piernas, diversas fracturas, dos sustituciones de cadera, un tumor cerebral benigno o un tratamiento contra el cáncer de piel fueron algunos de sus padecimientos. La actriz, que también se sometió a una cura de desintoxicación de alcohol y pastillas, reconoció que se vio al borde de la muerte en varias ocasiones, especialmente por neumonía o por una arritmia cardiaca. Sus últimos años redujo mucho sus apariciones en público, que siempre hacía en su silla de ruedas debido a una osteoporosis, pero mantuvo su actividad como líder de campañas contra el sida, una enfermedad que se llevó a algunas de sus amistades.